El Péndulo
domingo, 29 de mayo de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
Consultas
Las consultas consisten en hacerle al péndulo preguntas concretas por sí o por no. La duración de cada consulta es de aproximadamente una hora.
Los turnos deben solicitarse a los teléfonos 4815-3929/15-3194-3021 y por razones de seguridad debe dejarse un teléfono de línea donde poder ubicar al solicitante del mismo. La zona de atención es Recoleta.
Los turnos deben solicitarse a los teléfonos 4815-3929/15-3194-3021 y por razones de seguridad debe dejarse un teléfono de línea donde poder ubicar al solicitante del mismo. La zona de atención es Recoleta.
miércoles, 25 de mayo de 2011
De verdad que funcionan...
Los péndulos funcionan realmente! Muchos japoneses determinan el sexo de criaturas que aún no han nacido mediante la utilización de un péndulo, empleando para ello un anillo de oro suspendido de un pedazo de piolín o hilo, y sosteniéndolo sobre el estómago de la mujer embarazada. La dirección o el tipo de movimiento indica el sexo de la criatura por nacer. Entre paréntesis, muchos chinos y japoneses utilizan un péndulo para establecer el sexo de los huevos.
Un aparato de radio usa la corriente eléctrica para reproducir el sonido emitido desde alguna estación distante. Los aparatos de televisión hacen lo propio para reproducir un simulacro aproximado de la imagen trasmitida desde una estación distante. De la misma manera, si se trata de buscar agua con una varilla o de utilizar un péndulo o cualquier otra cosa, debemos tener ante todo una fuente de corriente, y la mejor fuente de corriente que podemos utilizar es el cuerpo humano. Después de todo, nuestros cerebros son realmente baterías acumuladoras, conmutadores telefónicos y toda suerte de cosas similares. Pero lo más importante es que constituyen una fuente de corriente eléctrica que satisface todas nuestras necesidades y nos permite "detectar" los impulsos, haciendo de ese modo que un péndulo se sacuda, se arremoline, gire, oscile, o realice toda otra suerte de cosas extrañas. Por consiguiente, para trabajar con un péndulo, debemos contar con un cuerpo humano, y un cuerpo humano viviente. No se puede atar un péndulo a un gancho y esperar que funcione, porque no habría una fuente de corriente. Tampoco serviría atar nuestro péndulo a un gancho y proporcionarle corriente, porque ésta debe tener impulsos que varían de acuerdo con el tipo de acción deseado. Así como en la radio aparecen notas altas, notas bajas, notas fuertes y notas suaves, también con un péndulo debe tenerse la necesaria variación de corriente para hacer "lo necesario".
¿Quién hará variar la corriente? Por supuesto, el súper-yo, el más brillante ciudadano que tenemos en torno de nosotros. Usted que lee esto sólo es consciente en una décima parte, de modo que, conociéndose a sí mismo, piense en lo brillante que sería si pudiera poner de manifiesto las restantes nueve décimas partes de la conciencia. Usted puede, por cierto, reclutar a su secretario, el subconsciente, que es brillante: conoce todo lo que usted ha conocido, puede hacer todo lo que usted podría hacer, y recordar todo incidente particular desde mucho antes de su nacimiento. Por consiguiente, si pudiera llegar a su subconsciente, usted llegaría a conocer una enorme cantidad de cosas. Usted con práctica y con confianza, puede alcanzar su subconsciente, que también puede entrar en contacto con otras mentes subconscientes. En verdad, no hay límites para los poderes de la mente subconsciente y, cuando ella se alía con otras similares, entonces se obtienen resultados positivos. No podemos simplemente llamar a un número telefónico y solicitar hablar con nuestro subconsciente, porque debemos considerar esa mente como algo similar a un profesor muy distraído que constantemente está ordenando, acumulando y adquiriendo conocimientos, tan ocupado que no puede preocuparse por otras personas. Si se lo molesta lo suficiente en la forma más cortés, entonces tal vez responda a sus requerimientos. Por consiguiente se debe, ante todo, familiarizarse con el subconsciente. Toda la cuestión reside en que éste es la mayor parte de usted mismo, la parte más considerable de usted mismo, por lo cual le sugiero que le dé un nombre. Llámelo como quiera con tal de que el nombre sea aceptable para usted. Suponiendo que sea masculino, se podría (sólo como ilustración) utilizar el nombre de "Jorge". O, si se trata del subconsciente de una mujer, entonces se podría decir "Georgina". Toda la cuestión reside en que usted debe tener algún nombre definido que enlaza inseparablemente con su subconsciente. Así, cuando quiere entrar en contacto con él, podría decir por ejemplo: "Jorge, Jorge, necesito mucho su ayuda, quiero que trabaje conmigo, quiero que... (aquí especifica lo que quiere) y recuerde, Jorge, que en realidad somos una unidad y lo que usted hace por mí lo hace también por sí mismo". Esto debe repetirse lenta y cuidadosamente, y con una gran concentración. Repítalo tres veces.
Un aparato de radio usa la corriente eléctrica para reproducir el sonido emitido desde alguna estación distante. Los aparatos de televisión hacen lo propio para reproducir un simulacro aproximado de la imagen trasmitida desde una estación distante. De la misma manera, si se trata de buscar agua con una varilla o de utilizar un péndulo o cualquier otra cosa, debemos tener ante todo una fuente de corriente, y la mejor fuente de corriente que podemos utilizar es el cuerpo humano. Después de todo, nuestros cerebros son realmente baterías acumuladoras, conmutadores telefónicos y toda suerte de cosas similares. Pero lo más importante es que constituyen una fuente de corriente eléctrica que satisface todas nuestras necesidades y nos permite "detectar" los impulsos, haciendo de ese modo que un péndulo se sacuda, se arremoline, gire, oscile, o realice toda otra suerte de cosas extrañas. Por consiguiente, para trabajar con un péndulo, debemos contar con un cuerpo humano, y un cuerpo humano viviente. No se puede atar un péndulo a un gancho y esperar que funcione, porque no habría una fuente de corriente. Tampoco serviría atar nuestro péndulo a un gancho y proporcionarle corriente, porque ésta debe tener impulsos que varían de acuerdo con el tipo de acción deseado. Así como en la radio aparecen notas altas, notas bajas, notas fuertes y notas suaves, también con un péndulo debe tenerse la necesaria variación de corriente para hacer "lo necesario".
¿Quién hará variar la corriente? Por supuesto, el súper-yo, el más brillante ciudadano que tenemos en torno de nosotros. Usted que lee esto sólo es consciente en una décima parte, de modo que, conociéndose a sí mismo, piense en lo brillante que sería si pudiera poner de manifiesto las restantes nueve décimas partes de la conciencia. Usted puede, por cierto, reclutar a su secretario, el subconsciente, que es brillante: conoce todo lo que usted ha conocido, puede hacer todo lo que usted podría hacer, y recordar todo incidente particular desde mucho antes de su nacimiento. Por consiguiente, si pudiera llegar a su subconsciente, usted llegaría a conocer una enorme cantidad de cosas. Usted con práctica y con confianza, puede alcanzar su subconsciente, que también puede entrar en contacto con otras mentes subconscientes. En verdad, no hay límites para los poderes de la mente subconsciente y, cuando ella se alía con otras similares, entonces se obtienen resultados positivos. No podemos simplemente llamar a un número telefónico y solicitar hablar con nuestro subconsciente, porque debemos considerar esa mente como algo similar a un profesor muy distraído que constantemente está ordenando, acumulando y adquiriendo conocimientos, tan ocupado que no puede preocuparse por otras personas. Si se lo molesta lo suficiente en la forma más cortés, entonces tal vez responda a sus requerimientos. Por consiguiente se debe, ante todo, familiarizarse con el subconsciente. Toda la cuestión reside en que éste es la mayor parte de usted mismo, la parte más considerable de usted mismo, por lo cual le sugiero que le dé un nombre. Llámelo como quiera con tal de que el nombre sea aceptable para usted. Suponiendo que sea masculino, se podría (sólo como ilustración) utilizar el nombre de "Jorge". O, si se trata del subconsciente de una mujer, entonces se podría decir "Georgina". Toda la cuestión reside en que usted debe tener algún nombre definido que enlaza inseparablemente con su subconsciente. Así, cuando quiere entrar en contacto con él, podría decir por ejemplo: "Jorge, Jorge, necesito mucho su ayuda, quiero que trabaje conmigo, quiero que... (aquí especifica lo que quiere) y recuerde, Jorge, que en realidad somos una unidad y lo que usted hace por mí lo hace también por sí mismo". Esto debe repetirse lenta y cuidadosamente, y con una gran concentración. Repítalo tres veces.
El Péndulo
Es un dispositivo formado por un objeto suspendido de un punto fijo, el cual oscila de un lado a otro bajo la influencia de la gravedad.
El principio del péndulo fue descubierto por el astrónomo y físico italiano Galileo, quien estableció que el periodo de oscilación de un péndulo de una longitud dada es independiente de su amplitud, es decir, de la distancia máxima que se aleja el péndulo de la posición de equilibrio.
En 1922 el médico norteamericano Albert Abrams publicó uno de los primeros textos sobre poderes del péndulo en la detección y tratamiento de enfermedades.
Existen claros testimonios del uso del péndulo en la II Guerra Mundial. Los zahoríes cumplieron un papel determinante para los británicos en el conocimiento de los pasos ofensivos de Hitler. Actualmente, muchos gobiernos como Rusia, Canadá, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos basan muchas investigaciones y experimentos mediante el péndulo.
Sus Respuestas:
Sí: Movimiento circular en sentido horario.
No: Movimiento circular en sentido antihorario.
Incierto: Movimiento hacia adelante y hacia atrás.
Suele usarse el péndulo tanto para adivinación como para hablar con entidades (Dioses, espíritus, servidores mentales, prácticamente cualquier entidad "sobrenatural"). La adivinación podría tomarles más práctica. Además, es imprescindible tener las energías limpias, porque sino, el péndulo podría responder de manera errónea.
Los usos básicos son:
Adivinación simple: Haces una pregunta sobre el futuro y el péndulo responde.
Contacto con dioses: Se coloca el símbolo del Dios debajo del péndulo, y se le formulan con las preguntas.
Preguntar sobre personas: Se coloca una foto de la persona debajo del péndulo y se le formulan las preguntas.
El principio del péndulo fue descubierto por el astrónomo y físico italiano Galileo, quien estableció que el periodo de oscilación de un péndulo de una longitud dada es independiente de su amplitud, es decir, de la distancia máxima que se aleja el péndulo de la posición de equilibrio.
En 1922 el médico norteamericano Albert Abrams publicó uno de los primeros textos sobre poderes del péndulo en la detección y tratamiento de enfermedades.
Existen claros testimonios del uso del péndulo en la II Guerra Mundial. Los zahoríes cumplieron un papel determinante para los británicos en el conocimiento de los pasos ofensivos de Hitler. Actualmente, muchos gobiernos como Rusia, Canadá, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos basan muchas investigaciones y experimentos mediante el péndulo.
Sus Respuestas:
Sí: Movimiento circular en sentido horario.
No: Movimiento circular en sentido antihorario.
Incierto: Movimiento hacia adelante y hacia atrás.
Suele usarse el péndulo tanto para adivinación como para hablar con entidades (Dioses, espíritus, servidores mentales, prácticamente cualquier entidad "sobrenatural"). La adivinación podría tomarles más práctica. Además, es imprescindible tener las energías limpias, porque sino, el péndulo podría responder de manera errónea.
Los usos básicos son:
Adivinación simple: Haces una pregunta sobre el futuro y el péndulo responde.
Contacto con dioses: Se coloca el símbolo del Dios debajo del péndulo, y se le formulan con las preguntas.
Preguntar sobre personas: Se coloca una foto de la persona debajo del péndulo y se le formulan las preguntas.
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